Investigación
el yacimiento BTCH-2 se inscribe como un importante testigo de actividades domésticas de las poblaciones costeras de Arica, sobretodo del sector norte de la ciudad de la cual no se conoce mucha información arqueológica prehispánica.
Dicho lo anterior, la exploración y mitigación arqueológica realizada por el proyecto, ha permitido reconocer la presencia de una ocupación doméstica poco densa, en comparación con aquellos yacimientos similares encontrados en la Maestranza Chinchorro (BTCH-4 y BTCH-3), ubicada cronológicamente en el Periodo Intermedio Tardío o de Desarrollos Regionales (circa 1.200-1.500 años d.C.), vinculada poblaciones local-costeras. En la estrategia de ocupación del sector, se identifica en la disminución notable de evidencias cerámicas y la proliferación de evidencias líticas; aparentemente aquellos grupos costeros que anteriormente ocuparan el área para actividades domésticas, modifican su estrategia hacia una ocupación más logística (de caza y recolección) en la primera terraza marina de la costa norte de Arica.
Otra hipótesis sería que BTCH-2 fuese una parte marginal (y más tardía) del yacimiento BTCH-3. Uno de los aspectos arqueológicos más interesantes del yacimiento es la práctica (recurrente en la secuencia cronológica de Maestranza Chinchorro) de generar pequeñas excavaciones en el suelo para la deposición de basuras domésticas e incluso como contenedores de alimentos. Combinando dicho aspecto con la preponderancia del material lítico, es posible sustentar la idea de una movilidad mayor o al menos un uso semipermanente de este sector de terraza marina.
